Lunes 28 de Julio - Lake City-Tallahassee-New Orleans
La idea era pegarse un buen madrugón, llegar bien prontito a Tallahassee y así recuperar las horas perdidas la noche anterior por carreteras comarcales del centro de Florida. Tan sólo abrir la puerta de la habitación del motel, una señora de mediana edad de Maine abortó nuestros planes. Necesitada de conversación ella y picados por la curiosidad nosotros, entablamos una amena charla que pronto se tornó en un virtual secuestro. Nos torturó durante una hora con una auténtica autobiografía oral e incluso nos enseñó el album de fotos de sus perros!!! A riesgo de parecer maleducado, agarré a mis compañeros del brazo y nos libramos de la pesadilla, no sin antes escuchar sus advertencias sobre los peligros de la malvada Texas: "atravesadla lo antes posible chicos, sólo parad para echar gasolina, esta llena de paletos chiflados!". Mira quien habla.
Tallahassee, capital del estado, es una pequeña, bonita y adormilada ciudad. Sus enormes y frondosos arboles, los parques-cementerios a pie de acera...el espiritu sureño está presente. Según el dicho "Cuanto más al norte vas de Florida, más te acercas al Sur". En nuestra visita al capitolio local, y tras fotografiar al cuadro de su ilustre ex-governador, Jeb Bush (hermano del chimpancé George Jr., autor de la famosa frase "agradezco la amistad del presidente de la República de España" en referencia a Aznar), no pude estarme de preguntar al amable jubilado-voluntario-recepcionisa, aun con las palabras de la señora de Maine en la cabeza, acerca de los diablos texanos: "De que me hablas hijo, Texas es maravillosa. Os sentireis como en casa".
Apetecía un bañito, hasta California no volveríamos a ver el mar, así que tocaba beach time! A diferencia de las mediocre costa Este de Florida, la costa noroeste, ya fuera de la península, presenta tramos de costa bellísima, de clara inspiración caribeña. Ante nuestro asombro, en el tramo de 40 km de carretera que separa autopista y Panama City, contabilizamos cerca de un centenar de iglésias! No exagero. Se alinean una tras otra, y como si fueran fast foods que compiten por los clientes, cada parroquia tiene su cartelito blanco de letras negras en el que expone su "slogan". ¿Hay gente para llenar tantos templos?.
El chapuzón en las cristalinas aguas del golfo de México sentó de puta madre. Para pavonear, nos divertimos prácticando unos intentos de "castellers" delante de un grupito de chicas. Llenas de curiosidad, las teenagers empezaron a imitarnos. En 5 minutos ya lo hacían mejor! Y con piruetas incluidas! Resulta que las tías eran animadoras. Así cualquiera.
Un recuerdo para el simpático tipo que nadaba cerca nuestro, totalmente ebrio, con su camisa de cuadros puesta, las gafas de sol y cerveza en mano. Todo un "bon vivant"!
El tío mas cool de Bourbon Street
A media tarde, y con la emoción añadida de que un servidor era el conductor (no tocaba un coche desde hacía 3 años), nos encaminamos hacia New Orleans. Tras una breve parada en la "inolvidable" Pensacola y atravesar los breves tramos costeros de Alabama y Mississippi, nos plantamos a las 12 de la noche en la legendaria cuna del Dixieland.
Los efectos del Katrina aún se notan. La ciudad presenta un aspecto destartalado e inseguro y, sinceramente, New Orleans, de noche, da miedo. Una ducha rápida en el hotel, a cuatro pasos del Barrio Francés, y derechitos a Bourbon Street. Nuestro anfitrión en Miami, Frankie, nos habló de New Orleans como "el lugar donde los yankees van a portarse mal". Razón no le falta, ya que Bourbon Street es un nido de vicio. Infestada de bares con actuaciones en directo, donde camareras sexy tratan de emborracharte y robarte -literalmente- el dinero, y antros de striptease, incluso en un lunes de agosto (temporada baja), el ambiente era genial. Incluso la policía permite beber en la vía pública! (algo inédito en el resto de USA).
Tras echar unos tragos en diferentes locales, y tras no pocas dudas ante la gran oferta existente, decidimos invertir 20 dolares en la entrada del "Larry Flynt's Hustler Club". Billetes de dolar en el tanguita, bailes privados en zona vip y si...hasta el "Girls Girls Girls" de Motley Crue. Todos los maravillosos tópicos que teneis en mente. Ernest y Xavi se retiraron sobre las 3 de la madrugada, mientras que Barbe y yo nos perdimos en la noche de New Orleans hasta la salida del sol...
P.D. Visto lo visto desde el coche, opté por dejarme la cámara de fotos y el pasaporte en la habitación, así que las instantáneas son de la mañana siguiente.
Tallahassee, capital del estado, es una pequeña, bonita y adormilada ciudad. Sus enormes y frondosos arboles, los parques-cementerios a pie de acera...el espiritu sureño está presente. Según el dicho "Cuanto más al norte vas de Florida, más te acercas al Sur". En nuestra visita al capitolio local, y tras fotografiar al cuadro de su ilustre ex-governador, Jeb Bush (hermano del chimpancé George Jr., autor de la famosa frase "agradezco la amistad del presidente de la República de España" en referencia a Aznar), no pude estarme de preguntar al amable jubilado-voluntario-recepcionisa, aun con las palabras de la señora de Maine en la cabeza, acerca de los diablos texanos: "De que me hablas hijo, Texas es maravillosa. Os sentireis como en casa".
Apetecía un bañito, hasta California no volveríamos a ver el mar, así que tocaba beach time! A diferencia de las mediocre costa Este de Florida, la costa noroeste, ya fuera de la península, presenta tramos de costa bellísima, de clara inspiración caribeña. Ante nuestro asombro, en el tramo de 40 km de carretera que separa autopista y Panama City, contabilizamos cerca de un centenar de iglésias! No exagero. Se alinean una tras otra, y como si fueran fast foods que compiten por los clientes, cada parroquia tiene su cartelito blanco de letras negras en el que expone su "slogan". ¿Hay gente para llenar tantos templos?.
El chapuzón en las cristalinas aguas del golfo de México sentó de puta madre. Para pavonear, nos divertimos prácticando unos intentos de "castellers" delante de un grupito de chicas. Llenas de curiosidad, las teenagers empezaron a imitarnos. En 5 minutos ya lo hacían mejor! Y con piruetas incluidas! Resulta que las tías eran animadoras. Así cualquiera.
Un recuerdo para el simpático tipo que nadaba cerca nuestro, totalmente ebrio, con su camisa de cuadros puesta, las gafas de sol y cerveza en mano. Todo un "bon vivant"!
El tío mas cool de Bourbon Street
A media tarde, y con la emoción añadida de que un servidor era el conductor (no tocaba un coche desde hacía 3 años), nos encaminamos hacia New Orleans. Tras una breve parada en la "inolvidable" Pensacola y atravesar los breves tramos costeros de Alabama y Mississippi, nos plantamos a las 12 de la noche en la legendaria cuna del Dixieland.
Los efectos del Katrina aún se notan. La ciudad presenta un aspecto destartalado e inseguro y, sinceramente, New Orleans, de noche, da miedo. Una ducha rápida en el hotel, a cuatro pasos del Barrio Francés, y derechitos a Bourbon Street. Nuestro anfitrión en Miami, Frankie, nos habló de New Orleans como "el lugar donde los yankees van a portarse mal". Razón no le falta, ya que Bourbon Street es un nido de vicio. Infestada de bares con actuaciones en directo, donde camareras sexy tratan de emborracharte y robarte -literalmente- el dinero, y antros de striptease, incluso en un lunes de agosto (temporada baja), el ambiente era genial. Incluso la policía permite beber en la vía pública! (algo inédito en el resto de USA).
Tras echar unos tragos en diferentes locales, y tras no pocas dudas ante la gran oferta existente, decidimos invertir 20 dolares en la entrada del "Larry Flynt's Hustler Club". Billetes de dolar en el tanguita, bailes privados en zona vip y si...hasta el "Girls Girls Girls" de Motley Crue. Todos los maravillosos tópicos que teneis en mente. Ernest y Xavi se retiraron sobre las 3 de la madrugada, mientras que Barbe y yo nos perdimos en la noche de New Orleans hasta la salida del sol...
P.D. Visto lo visto desde el coche, opté por dejarme la cámara de fotos y el pasaporte en la habitación, así que las instantáneas son de la mañana siguiente.
Hola Sammy. A mí New Orleans me decepcionó un poco. Mucha suciedad, mal olor y la humedad era inaguantable. Respecto a Bourbon St. me defraudó por completo. Sí, un nido de vicio pero vicio muy chungo y la gente demasiado pasada de vueltas. Eso sí, si te alejabas un poco de estos lugares e ibas un poco más allá encontrabas garitos con un sabor a blues añejo algo especial, nada que ver con el ambiente chabacano más turístico. Pero yo fui antes del Katrina, ahora no sé como será. Salud.
ResponderEliminarPues imagínate después del Katrina. Más sucia, apestosa. Es una ciudad, que salvo sus 4 rascacielos lujosos del downtown, está muy cascada y dejada. Y sin querer parecer racista, sus negros dan miedo. Hay pobreza. Pero supongo que ahí está parte de su encanto, en esa sordidez. De Bourbon St, totalmente de acuerdo, es para turismo barato de borrachera, pocos viejos bluesman verás por allí. De todas formas, con las escasas 12 horas que pasamos en la ciudad, no pudimos profundizar demasiado. Saludos.
ResponderEliminar...agarré a mis compañeros del brazo y nos libramos de la pesadilla...jajajaja!
ResponderEliminar...billetes de dólar en el tanguita... desde luego, si es que no se os puede dejar sólos, cuanto vicio.
salu2
Buenas,
ResponderEliminarEl sueño habia comenzado ha hacer mella, y no es por nada pero aun seguiamos con la idea fija de... si llevamos un descapotable es para ir descapotados every time, las autopistas un infierno de aire, la verdad es que no se que dia fue el que nos dimos cuenta que con las ventanas subidas se iba algo mejor en la parte trasera del buga.
Pero sigamos el tempo de las crónicas, thalahasse...bueno melancolica,desierta y no se donde deben de ir si alguine quiere ir a comprar pan....parece de papel, no hay ni dios,en el capitolio tambien nos encontramos una audiencia oficial con algo relacionado con niños, habian mascotas y todo por alli rulando, unos simpaticos policias nos hicieron pasar por el detector mientras el incombustible fulk fito hacia gala del malrollisme que le caracteriza, una visita amena y relajada en definitiva.
El bañito...rejuvenecedor, y las animadoras aunque jovencitas debian de ser las campeonas del estado pq madre mia, eso era habilidad para subir unas encimas de otras, hay que decir que en la playa cayo un mito, kapitan toro salvaje donde los haya capaz de levantar a tres personas sobre sus hombros en gloriosas epocas se le escaparon hasta los peos al intentar subirme a mi y a fitolini a la vez, la edad no pasa en valde.
New Orleans, que puedo decir, habia que ser malo y lo fuimos, cervezas en jarra grande, brebajes sin nombre y bourbon street, no tendre que cometar nada mas,eso si, cuando empezaron a cerrar todos los garitos salimos un poco del turistico barrio y entramos en un bar con los tipicos parroquianos, alli se estaba bien aunque al kapi le entro gana y acabamos en el cristal burguer, lo del nombre le venia que ni pintado, aquellas hamburguesas eran radioactivas y el homeless que dormia en la mesa de al lado tenia pinta de estar fiambre, os lo podeis imaginar, gente del barrio.
El dia siguiente en mi caso fue mi purgatorio, que mal lo pase, cada dos pasos me tiraba un peo y tenia el estomago ke parecia una papilla de chinchetas, medio solucionado con una caesar salad del mcdonals y una vacaina de 3 horas en la parte de atras del coche.
Saludos
Bar-B