Las feas del punk

Sable Starr y Nancy Spungen

Tanto "Por favor mátame" como "Tenemos la bomba de neutrones", dos de mis lecturas estivales, contienen infinidad de anécdotas memorables y aportan un montón de datos que te ayudan a hacerte una idea de como era el caldo de cultivo en el que nacieron las escenas punk de la costa este y oeste, respectivamente. Un aspecto que desconocía, y que francamente me ha sorprendido, es la fealdad de las primeras chicas punk. En ambos libros desfila una colección de callos impresionante. Sólo Bebe Buell y Debbie Harry son aptas para el consumo humano. Las demás son muy feas! Incluso Belinda Carlisle, famosa por su belleza en los 80's y amor platónico de César Martín, en los primeros años de las Go-Go's era una ballena con una cabeza del tamaño de Saturno.

Horror in NYC!

Aunque no conocía el aspecto de Nancy Spungen, ya suponía que muy guapa no debía ser si era la novia de Sid Vicious, pero es chocante comprobar con una super-groupie tan famosa como Sable Starr, que volvió locos a la mitad de los rock-stars setenteros, era tan poco agraciada como Nancy. Supongo que su promiscuidad era muy valorada por los machotes rockeros y suplía su falta de belleza.

California girls

La epidemia parece que era mayor en L.A. Tanto que uno de los testimonios de "Tenemos la bomba de neutrones" se lamenta amargamente de lo feas que eran las chicas de la movida. Es de suponer que las californianas macizas estaban más interesadas en el hard-rock y la disco, mientras que los cardos se refugiaron en una escena donde ser desagradable incluso estaba bien valorada. Un poco como las góticas en la actualidad.

Señoritas, quedan arrestadas por dañar la vista de los transeuntes

Si sois de los que os quejáis de la escasez de de tías buenas en vuestra disco rockera habitual, quizá os consuele saber que Johnny Thunders o Henry Rollins ya tenían el mismo problema 30 años atrás.