"Mi alias sufrió las consecuencias y del simple "pájaro", apodo con el que se me conocía en el colegio Alpe, fruto de mi pinta y gracias al bordado del pájaro carpintero que lucía en mi cazadora High School, fui reducido a Loquillo. Epi fue el causante, me degradó. En un partido Epi envió un balón a la carrera con tal fuerza que me quedé con el balón incrustado en el estómago, evitando lo que podría haber sido una foto perfecta, como no dejaba de recordármelo. Y como lo que decía Epi iba a misa, todo el colegío empezó a llamarme Loquillo"
Yo tampoco acabo de entender sus palabras, no se a que se refiere con lo de "foto perfecta", pero para la historia queda que fue Juan Antonio San Epifanio, el mismísimo Super Epi, el causante de que me arrastre por los torneos amateurs con el 15 a la espalda, quien bautizó a José Mª Sanz como Loquillo! Toma anécdota! Sabía de antemano que Loquillo y Epi eran viejos amigos, pero desconocía la aportación de éste último a la historia del RN'R español.
Siguiendo con el basket, tenía entendido que su carrera hacia el estrellato se vio truncada por la mili en Cartagena (un poco como le pasó a Los Pecos). Se lo había leído en alguna entrevista. Ahora la versión cambia: Loquillo se sincera y reconoce que la noche, el rock n' roll y sus limitaciones como jugador le hicieron colgar las botas.
Por si a estas alturas alguien no se conoce de memoria la vida de Loquillo (la de años que lleva contando sus batallitas), el rocker del Clot ha lanzado su autobiografía parcial, "Barcelona Ciudad". Una revisión de su adolescencia que termina justo cuando un par de empresarios barceloneses, quienes hacen fortuna a finales de los 70 disfrazados de músicos andinos bajo el nombre de Los Guacamayos, se ofrecen a financiar el primer disco de Loquillo y Los Intocables. Es decir, el libro termina cuando empieza "lo bueno". Lenguaje directo y seco, nada de florituras literarias, destilando egocentrismo, chulería y con poco sentido del humor. Un libro de Loquillo no podía ser de otra manera, por que él es así. Y se le ha de felicitar, por que "Barcelona Ciudad" entretiene mucho.
Esto no es "The Dirt", así que no espereis orgías y sobredosis por doquier, es la vida de un chico de barrio como tu y como yo, que sale de fiesta por Barcelona y que tuvo la fortuna de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. No obstante, Loquillo nos cuela un capítulo misterioso llamado "La belle dame sense merci" en el que no me queda claro si realiza una metáfora sobre una supuesta pasajera adicción a la heroína (me vienen a la cabeza las poesías sobre la seductora y peligrosa "dama blanca" de la parte trasera del poster de la Heavy-Rock) o nos cuenta su noviazgo con una bohemia algo yonkie. O ambas cosas. Aunque para drogata, Sabino Méndez, guitarra clásico de los Trogloditas, quien aburre bastante con sus diarios de heroína llamados "Corre, rocker". Pero esa es otra historia.
Ah, Popu-heads de este mundo, si quereis saber por que Loquillo fue despedido como redactor, de manera fulminante, de nuestra revista favorita, en "Barcelona Ciudad" teneis los detalles.
Yo tampoco acabo de entender sus palabras, no se a que se refiere con lo de "foto perfecta", pero para la historia queda que fue Juan Antonio San Epifanio, el mismísimo Super Epi, el causante de que me arrastre por los torneos amateurs con el 15 a la espalda, quien bautizó a José Mª Sanz como Loquillo! Toma anécdota! Sabía de antemano que Loquillo y Epi eran viejos amigos, pero desconocía la aportación de éste último a la historia del RN'R español.
Siguiendo con el basket, tenía entendido que su carrera hacia el estrellato se vio truncada por la mili en Cartagena (un poco como le pasó a Los Pecos). Se lo había leído en alguna entrevista. Ahora la versión cambia: Loquillo se sincera y reconoce que la noche, el rock n' roll y sus limitaciones como jugador le hicieron colgar las botas.
Por si a estas alturas alguien no se conoce de memoria la vida de Loquillo (la de años que lleva contando sus batallitas), el rocker del Clot ha lanzado su autobiografía parcial, "Barcelona Ciudad". Una revisión de su adolescencia que termina justo cuando un par de empresarios barceloneses, quienes hacen fortuna a finales de los 70 disfrazados de músicos andinos bajo el nombre de Los Guacamayos, se ofrecen a financiar el primer disco de Loquillo y Los Intocables. Es decir, el libro termina cuando empieza "lo bueno". Lenguaje directo y seco, nada de florituras literarias, destilando egocentrismo, chulería y con poco sentido del humor. Un libro de Loquillo no podía ser de otra manera, por que él es así. Y se le ha de felicitar, por que "Barcelona Ciudad" entretiene mucho.
Esto no es "The Dirt", así que no espereis orgías y sobredosis por doquier, es la vida de un chico de barrio como tu y como yo, que sale de fiesta por Barcelona y que tuvo la fortuna de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. No obstante, Loquillo nos cuela un capítulo misterioso llamado "La belle dame sense merci" en el que no me queda claro si realiza una metáfora sobre una supuesta pasajera adicción a la heroína (me vienen a la cabeza las poesías sobre la seductora y peligrosa "dama blanca" de la parte trasera del poster de la Heavy-Rock) o nos cuenta su noviazgo con una bohemia algo yonkie. O ambas cosas. Aunque para drogata, Sabino Méndez, guitarra clásico de los Trogloditas, quien aburre bastante con sus diarios de heroína llamados "Corre, rocker". Pero esa es otra historia.
Ah, Popu-heads de este mundo, si quereis saber por que Loquillo fue despedido como redactor, de manera fulminante, de nuestra revista favorita, en "Barcelona Ciudad" teneis los detalles.
Siempreme ha gustado ller las entrevistas con el Loco y de sus aventuras, su carrera musical, a parte de las canciones que todo el mundo conoce,pues nada de nada, pero a nivel de entrevistas, me entretiene. como anecdota,hace un año me lo encontre en un vuelo de Tenerife-BCN, curiosamente yo llevaba el Popu de ese mes y contenia una entrevista suya, el tipo flipo cuando un tipo con traje lo saludo y le paso la revista para que me la firmara, fue un poco rancio, pero bueno.
ResponderEliminarcoño explica porque fue despedido de manera fulminante!! En un Pais como este Loquillo es de los pocos con verdadera madera de rock star.
ResponderEliminarAcabo de reservar el libro en mi biblioteca municipal favorito. ¡Viva el prestamo interbibliotecario!
ResponderEliminarno viene a cuenta con lo de Loquillo, pero conoces a Straightfork, solo sacaron un ep en el 2006 pero suenan muy bien:
ResponderEliminarhttp://www.mediafire.com/?3utynodjwyw
Son Texanos y recuerdan a JUNKYARD en le sonido
Ofersan, Loquillo y los Trogloditas son mejor banda de lo que mucha gente piensa. Más allá de sus hits, tienen grandes canciones. "Autopista" es mi favorita. Y no me extraña su reacción, nunca le he tenido por un tío sencillo y afable. Le veo más bien como un tipo cabreado con el mundo.
ResponderEliminarTxema, lo dejo en el aire para que la gente se anime a leer el libro. Un día de estos te lo cuento en persona. Es bastante divertido. Y Miguel Ríos tuvo mucho que ver! Me bajo el disco.
Popujedi, antaño me conocían todas las bibliotecarias de Horta. Ahora, es que no se si El Clot tiene biblioteca!
Sammu, no te veía como seguidor del Loco y los Troglos.
ResponderEliminarYa me agenciaré este libro, al igual que hice con El chico de la bomba o el Corre Rocker (que es verdad que a veces Sabino es un poco cansino en sus maneras de explicar las cosas, pero ese libro tiene jugo).
Y no llames Sabino "guitarrista clásico". Que fue algo más, que un guitarrista de esa banda.
Richi, con 8 años Loquillo y Los Trogloditas eran mi banda favorita, aunque supongo que eso no cuenta, jeje. Desde la distancia, pq no tengo sus discos, pero siempre he admirado a esa banda.
ResponderEliminarSabino era el alma de los Troglos, reconozco que mi definición se ha quedado coja!