Toda la comunidad rockera está en estado de alerta por la salud de Joe Fuckin' Perry. Ya sabeis, anoche sufrió un probable infarto en el escenario mientras actuaba con Hollywood Vampires. Más allá de los rumores, ahora mismo hay un hermetismo total acerca de su estado. Ojalá todo se quede en un susto, joder. Y que se cuide. Por mi parte, como si quiere pasar el resto de sus días pescando y cazando venados con Ted Nugent. Joe Perry ya ha cumplido. Aprovecho el suceso para dar salida a una reflexión personal -escrita días antes de las declaraciones de Steven Tyler anunciando la gira de despedida- sobre el necesario e inevitable final de Aerosmith que ahora cobra más sentido que nunca:
Esta misma semana, Brad Whitford, en unas declaraciones a una web
metálica, confirmaba que la banda había sopesado la posibilidad de girar
con un algún vocalista invitado que reemplazase a Steven Tyler. Sammy
Hagar, Myles Kennedy, o, puestos a pedir, Axl Rose formaban parte de su
carta de los Reyes Magos. Cada dos por tres, el mismo despecho. Y es que
en Aerosmith están hasta los cojones de la desidia de Mr. Tallarico; de
que, de forma tan evidente, la hasta ahora banda de su vida haya pasado
a un inaceptable segundo plano en su lista de prioridades, más
interesado en forjarse un nombre dentro del firmamento del country-pop,
escribir best-sellers o formar parte de jurados televisivos con Shakira
que en liderar la banda más grande de América. Si dependiese de Joe
Perry, Brad Whitford, Tom Hamilton y Joey Kramer, seguramente los
Aerosmith de los últimos 15 años no hubiesen tenido una trayectoria tan
errática, con apenas tres lanzamientos de estudio en tres lustros y una
actividad prácticamente limitada al enésimo tour veraniego por la
geografía norteamericana (este año ni eso). Aerosmith sería una banda
viva. Pero es lo que hay. Brian Johnson NO es AC/DC. Steven Tyler SÍ es
Aerosmith. Y dado que el jefe no está por la labor -y está en su
derecho, es su vida-, no hay otra: las alas deben plegarse.
Estoy conmocionado por lo que ha sucedido. Estaba en facebook esta noche a las tantas y fue el hijo de Brad Whitford (excelente fotografo musical) quien colgó un mensaje pocos minutos despuès del suceso. Me quedé en estado de shock. Veremos en qué queda. Gente como Slash siguieron adelante infartados y no volvieron a tener problemas. Otros como Bowie colgaron las botas. Yo creo que sí es el momento de cerrar Aerosmith. Ya no es excitante. Me ilusiona mucho más cualquier disco en solitario de Perry (sin ser obras maestras, ni mucho menos) sin baladas lacrimógenas y mucha más pasión. Aún así, ahora lo importante es que Joe se recupere y no le queden demasiadas secuelas.
ResponderEliminarUn saludo Sammy
Debe ser MUY DIFÍCIL recuperar ese cuerpo...
ResponderEliminarEsperemos que solo quede en un Susto.We nee yo Joe!
ResponderEliminarTxema
¡Esperemos que se quede en un pequeño susto! Pobres Aerosmith...
ResponderEliminarJoe ha se ha reincorporado a la gira de los Vampires. Aunque sigue imperando el secretistmo, parece ser todo fue más causa del cansancio y la deshidratación que no problemas cardiacos. Mejor. Y que se cuide!
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