Así da gusto. Ayer por la noche Manolo Solo ganó el Goya al mejor actor secundario por su papel de Santi "El Triana" en "Tarde Para la Ira", el thriller de Raul Arévalo que terminó llevándose el galardón a la mejor película. Un aplauso para los académicos por premiar los 6 apoteósicos minutos de presencia en pantalla de un personaje tan extremadamente sleazy: sangre, wc's que huelen a mierda, mudos, webcams porno de saldo, enanos, caramelos de fresa, oragutanes levantadores de pesas, farlopa ... todo tiene cabida en ese descacharrante escena que enmarca la interminable y delirante verborrea del Triana, un personaje 100% Tarantino (en versión cañí, claro). Por cierto, Robin Zander tiene en Manolo Solo un serio pretendiente para el título del "hombre de las mil voces"!!!
Que se apueste por películas tan crudas del perfil de "Celda 211", "La Isla Mínima", "No Habrá Paz Para los Malvados" o las recientes "Que Dios Nos Perdone" y "El Hombre de las Mil Caras", en definitiva, mi tipo de cine, cuando la industria podría decantarse por un cine más friendly y rentable estilo Bayona o Amenabar -a quien admiro-, mola mucho.
Aunque no suene muy populero, el cine español pasa por un gran momento.
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