Tropa de élite

Un hiperactivo Uncle Txema, brasileiro de adopción, nos recomienda un reciente estreno, Tropa de élite, durísima película que refleja la cruda realidad que afecta a las favelas del país de Pelé:

Rio de Janeiro, años 90 : el Papa se dispone a visitar la ciudad carioca en su ruta por el país con mas católicos del mundo. Con esta excusa, Jose Padilha (autor del muy recomendable documental "Omnibus 74") nos retrata el otro lado que no vimos en "Ciudad de Dios", imprescindible retrato de los suburbios brasileños. Ahora es el turno de los BOPE, cuerpo especial de la policía, encargados de entrar en las favelas cuando pintan bastos y la Policia Militar pierde el control.

Película que aquí se estrena tarde y mal ( en epoca estival), a pesar de que fue ganadora del oso de oro de Berlin y que en Brasil era ya un éxito antes de su estreno. Se estima que 11 millones y medio de espectadores habían visto el film en copias piratas vendidas en el top manta. Ello obligó a Padilha a revisar y modificar algunas partes de las historia.
Wagner Moura ( actor de gran prestigio en Brasil, protagonista de "Cidade Baixa" y "Carandiru") interpreta al implacable capitán Nascimento . Él y sus compañeros se abren paso a tiros en unas favelas dominadas por el narcotráfico. No se detienen a mirar por la vida de inocentes en el fuego cruzado y la tortura (increible lo que da de sí una bolsa de plastico) es su metodo de obtener información.

La película ha encendido la polémica en el paés sudamericano: mientras los sectores progresistas atacan la cinta, acusándola de fascista y de ser un alegado a favor de la tortura, las véctimas de la violencia urbana defienden las acciones de la policía.
La opiniones del capitan y sus secuaces son foco de controversia. Para el capitán Nascimento, son tan culpables de la muerte de un niño inocente en una favela, tanto el muchacho de clase media que se fuma un porro (y que le compra maconha (marihuana) a los narcos de las favelas), como el policía corrupto que dispara a mansalva y además vende armas a los bandidos. El film denuncia que son los consumidores de droga de clase media y alta quienes financian la compra de armas con las que los narcos desangran a las clases pobres. Llenos de hipocresía, luego esos mismos consumidores, organizan marchas por la paz y fundan ONGs en las favelas para lavar su conciencia.