R.KINSKI, el azote de los grupos aburguesados, vuelve a la carga con su mordaz visión sobre el recital ofrecido hace unos días por The Jayhawks en BCN. Personalmente, tras la brutal decepción que me supuso "Mockingbird Time", tengo a la banda en cuarentena y, a nivel de directo, prefiero quedarme con el buen recuerdo de sus recitales de 2001 en Bikini y 2009 en el Primavera Sound abriendo para Neil Young. Pero demos paso al más badass motherfucker de la casa:
Sábado 00:30 de la madrugada y
todavía no he terminado de escribir la crónica del concierto de The Jayhawks
del pasado martes, quizá presa de la misma desidia y arrogancia que gasta Gary
Louris en el escenario o quizá porque me cuesta tener que decir lo que voy a
decir de un grupo que adoro y que me ha acompañado en tantos momentos de mi
vida.
Estos tipos poseen una
discografía envidiable con dos joyitas de la corona facturadas en los ya
lejanos 1994 y 1996 y que ningún aficionado a la música debería desconocer. Lo
que vino después nunca fue lo mismo pero fue bastante bueno, no hubo ya discos
redondos pero si algunos temas de altura esparcidos por la trilogía post Mark
Olson.
Con esta carta de presentación y
un setlist acertado puede pensarse que nada podría ir mal. Y sin embargo no fue
así. ¿Fue un mal concierto? En absoluto. ¿Sonaron conjuntados y contundentes?
Por supuesto. Lo cual no es poca cosa en los oscuros días musicales que estamos
viviendo. La pregunta que tenemos que hacernos todos los seguidores de The
Jayhawks es si esto es suficiente, si con esto nos basta y la respuesta es
rotundamente no. Debemos ser más exigentes y no aplaudirles cualquier cosa que
hagan por el mero hecho de ser quienes son.
Fue un concierto soso,
acomodaticio, rutinario, plano, sin matiz, no hubo riesgo por ningún lado y
tampoco transmitieron la magia de los discos al directo. Gary Louris consiguió
lo que parecía imposible, que todas las canciones sonasen igual. Guitarra
fuerte con el volumen bien alto para que no haya que currárselo mucho y de paso
tapar al segundo guitarra, mismo enfoque para todas las canciones, mismo tono
de voz, misma resolución en cada tema. Y esto tiene un nombre: pereza creativa.
Pereza, que no falta de capacidad, para intentar llevar las cosas un poco más
allá aún a riesgo de equivocarse. Apostar por lo seguro no es siempre una carta
ganadora. Ellos lo deberían saber.
R. Kinski.
4 comentarios:
Siento que en Bcn haya sido así (quizá una cidad demasiado indie para Jayhawks), en Gijón estuvo de puta madre (y no fue sólo cosa mía).
A mí me mola más la época de Louris que de Louris/oolson, mucho más pesada y folkie, exceopto su mejor disco (Tomorrow the green grass).
Lo mismo pasó con Junkyard hace años, pero al revés. En Madrid gustaron, y aquí fue de los peores conciertos que vi nunca.
Pues yto estuve en todas las fechas excepto en Madrid y te aseguro que vi otra cosa distinta
a ver, mal concierto no fue. lo que digo es que fue un concierto para cumplir expediente. El concierto de bikini en 2001 fue memorable y el del primavera sound también. Este estuvo muy lejos. A mi me transmitieron bien poco. Otra cosa es que nos haga ilusión ver a los Jayhawks, que sí, nos hace. Pero de ahí a decir que fue un bolazo pues como que no.
R. Kinski
Yo es que no arrastro ese fanatismo vuestro (y eso que tengo todos los discos). Me moló, pero tampoco fue una cosa inolvidable, no.
Eso sí, los vi hace años en la reunión con Olson en el Azkena, y me moló más éste.
Publicar un comentario