Y me jode bastante. Y me merezco joderme, pues me he despertado bastante tarde y me he topado con un sold-out en los morros. De acuerdo que Apolo 2 no es precisamente un estadio, pero quien iba a pensar que Blues Pills iban a vender todo el papel en Barcelona no rock city. De hecho, apenas había prestado atención a esta plurinacional banda hasta hace un par de semanas. Algún visionado a un par de clips promocionales, cuya banda sonora no terminó de convecerme, y poco más. Sin embargo, las críticas positivas y, especialmente, las ganas de un buen concierto para eliminar el agridulce sabor de boca que dejaron Dirty Thrills han provocado que le haya estado dando bastante cancha a LP debut, "Blues Pills". Si les perdonamos un par de plagios a "Free Bird" y a "Starway to Heaven", se trata de un disco redondo, cojonudo. Seguro que todos los afortunados con ticket esta noche se enamorarán de Elin Larsson y, en definitiva, gozarán de una buena velada rockera. Otra vez será.
"It's a long way to the top if you want RN'R", "Nobody said it was easy" ... Dirty Thrills deberán tirar del manual rockero de autoayuda para superar el mal trago. Tras telonear a Europe hace un par de meses en la vecina Razzmatazz y cosechar elogios por doquier por parte de público y crítica, Dirty Thrills se dieron anoche un baño de dolorosa realidad en Barcelona.
Los chicos -sorprendentemente jóvenes, por cierto; en los clips aparentan mayores- se lo curran y se trabajan el escenario a fondo. Cierto que todavía no son nadie en el negocio y que su cancionero todavía está en construcción, falto de tonadas memorables, pero el hard classic rock de los británicossuena tremendo en directo y la banda, bien conjuntada y con una hiperactividad comparable a la de unos Crobot, se deja la piel en las tablas.
Lamentablemente, la nula comunión con el público más gélido y tímido que he visto en años lastró el show y provocó un ambiente desangelado que, quieras que no, terminó afectando a la banda hasta el punto de recortar un tema del set-list previsto -se quedó fuera mi favorita, "Letterbomb"!-. Para rematar, pobres, a pesar del chantaje emocional a los que nos acercamos a saludar y tomar unas fotos, y esas sinceras caritas de pena, dudo que lograsen vender algo de su cutre y carísimo merchandising. Dirty Thrills merecen noches mejores.
En muchas ocasiones se utiliza el término "super-banda" de forma gratuita. Con que un par de miembros hayan formado parte, durante 5 minutos, de la reencarnación más lamentable de cualquier formación con un mínimo de relumbrón, la prensa musical -muchas veces influenciada por la hoja promocional de turno- cae en la tentación de echar mano del sobado término. Con Winery Dogs no hay lugar a equívoco. Con tíos del pedigreé y currículum de Sheenan, Kotzen y Portnoy, estamos en una conjunción de primeras espadas en toda regla. Llevan un par de entregas a sus discográficas -que no me he molestado en escuchar- que han gustado bastante a la parroquia amante del onanismo rockero. ¿El invento funciona en directo?
Let's Andreu from Sabadell do the talkin':
Los Winery Dogs del siempre inquieto Mike Portnoy nos volvían a visitar para presentar su segundo trabajo "Hot Streak".
La
velada prometía emociones fuertes, ya que como teloneros se presentaba
una nueva banda- sin todavía disco publicado-: los británicos Inglorious, formación capitaneada por Nathan James, antiguo cantante de la Transiberian
Orchestra. Abrieron con "Until I Die", y con esta canción ya
pudimos comprobar que chorro de voz tiene Nathan, torrente que ya quisiera para
él David Coverdale. Espectacular… En su set dieron cuenta de varias
canciones de su primer trabajo todavía no publicado, acompañando con
tres covers de sus bandas favoritas e influencias musicales
más que evidentes : "I Surrender", "Fool for Your Loving" y "Lay Down Sit
Down". Alucinantes. Una actuación de 45’ con un muy buen sonido
que se nos hizo corta y que confirma a Inglourious como la (nueva) gran promesa
británica del hard rock.
Ese buen sonido de los teloneros, según
una teoría de un colega, siempre suele perjudicar a la banda principal,
al querer aumentar el volumen de los instrumentos para sonar más fuerte y
potente que la banda telonera.Y así sucedió en las primeras
canciones, en la que el sonido era demasiado fuerte y no se podía
apreciar con claridad la voz de Ritchie Kotzen, cosa que se fue
arreglando en a medida que transcurría el concierto.
Atacaron con
"Oblivion" y "Captain Love" de "Hot Streak", a la que seguiría "We Are Love". Un
muy buen comienzo en la que la maquinaria sónica de Winery Dogs nos
dejó sin aliento, porque si Ritchie Kotzen es un mago de las seis
cuerdas – que recital nos dio-, la base rítmica con Billy Sheenan y Mike
Portnoy tira de espaldas. Si bien el prolífico batería estuvo más
contenido en su actuación, el Sr. Sheenan nos ofreció también un recital
de cómo tiene que sonar un bajo.
Acabaron su actuación con un
trio de canciones insuperables de su primer trabajo: "Elevate", "Regret" y
"Desire", con toda la sala Apolo rendida a sus pies.
Un muy buen
bolo en el que saboreamos, por un lado, el hard rock más añejo de
Inglourios y, por otro lado, con un trio de músicos en pleno esplendor como Winery Dogs que nos ofreció un recital de
virtuosismo.
Tras un par de movimientos en falso(la aventura en solitario de Stockdale y el alumbramiento de un disco fantasma, "New Crown", que ni siquiera llegó a editarse en formato físico), la carrera de Wolfmother parece volver a los cauces de la normalidad. El próximo 19 de febrero se pone a la venta su nuevo LP, "Victorious",
y como aperitivo tenemos el clip de la canción de mismo título. Pura
psicotronía protagonizada por una bonita amazona intergaláctica. El 13
de mayo los tenemos en Apolo.
Michael Monroe - "Goin' Down With the Ship"
Clip de carretera y manta para promocionar el segundo sencillo de "Blackout States". Clásico medio tiempo punk-tabernero-para-corear-con-el-brazo-por-encima-el-hombro-del colega marca de la casa de la dupla Conte/Jones. No tengo queja sobre "Blackout States", pero yo he echado de menos el brillo de plumas como la de Dregen o, especialmente, Ginger Wildheart. Por cierto, incomprensiblemente, la presente gira de Michael
ya lleva un par de mangas europeas y sin noticias de fechas españolas.
Extraño, teniendo en cuenta que nuestros clubs siempre han sido uno de
sus fortines.
Biters - "1975"
Apostaría a que ninguno de los componentes de Biters
había nacido en 1975 -si son cuarentones lo disimulan muy bien-, pero
eso no es obstáculo para que le dediquen un bonito homenaje visual a uno
de los hits del cine exploitation de ese año, "Switchblade Sisters", una suerte de "Perras Callejeras" a la americana que, parece ser, es una de las pelis de cabecera de Tarantino. Reposa en mi disco duro a la espera de su oportunidad.