Siempre atenta a las posibilidades de negocio, la ahora tambaleante industría discográfica, ante el inesperadísimo éxito de Buckcherry a finales de los 90, inició una pequeña busqueda y captura de bandas de hard rock. Si existía la mínima posibilidad de que el denostado género reverdeciese laureles, cada escudería quería contar con su banda rockera, por si sonaba la flauta.
Gracias a ello, bandas de absoluta serie b como New American Shame o American Pearl vivieron sus 30 segundos de rock n' roll dream. Ficharon por una major, grabaron disco con grandes medios, giraron con los grandes... y volvieron a sus antiguos empleos, claro está. Las multinacionales no están por tonterías, y cuando vieron las paupérrimas ventas, se percataron de algo obvio. Lo de Buckcherry era una excepción. Un extraño, aislado e irrepetible triunfo del hard rock a finales de los 90.
En su favor, diremos que ambas bandas tenían cosas que ofrecer. Sus respectivos discos son más que recomendables, así que rescatémoslos del absoluto olvido en que se encuentran.
Fue en el inolvidable bar rockero barcelonés Hoochie Choochie donde descubría a estos grupos. No recuerdo si fue Javi o Tato (sus dueños), quien me pasó los debuts de dos prometedoras bandas, discos que acabaron compartiendo una orgullosa cinta TDK:
"New American Shame" (1999), disco de preciosa portada, es el primer y único L.P. de la banda de mismo nombre. De claras influencias AC/DC, es un placer escuchar a tíos tan jovenes interpretar con tanta rabia esa colección de grandes temas. Desde el trallazo de salida que supone "Under it all", pasando por la cachonda "Sex teen" hasta el explosivo final con "Doghouse", el disco está trufado de buenas canciones hard, llenas de esos guitarrazos que tanto nos gustan. El único "pero" sería la excesiva linealidad o simlilitud entre varios de sus temas. Pero bueno, a sus maestros australianos les suele pasar lo mismo y nadie se queja. Ah, y su imagen, muy mejorable.
Gracias a ello, bandas de absoluta serie b como New American Shame o American Pearl vivieron sus 30 segundos de rock n' roll dream. Ficharon por una major, grabaron disco con grandes medios, giraron con los grandes... y volvieron a sus antiguos empleos, claro está. Las multinacionales no están por tonterías, y cuando vieron las paupérrimas ventas, se percataron de algo obvio. Lo de Buckcherry era una excepción. Un extraño, aislado e irrepetible triunfo del hard rock a finales de los 90.
En su favor, diremos que ambas bandas tenían cosas que ofrecer. Sus respectivos discos son más que recomendables, así que rescatémoslos del absoluto olvido en que se encuentran.
Fue en el inolvidable bar rockero barcelonés Hoochie Choochie donde descubría a estos grupos. No recuerdo si fue Javi o Tato (sus dueños), quien me pasó los debuts de dos prometedoras bandas, discos que acabaron compartiendo una orgullosa cinta TDK:
"New American Shame" (1999), disco de preciosa portada, es el primer y único L.P. de la banda de mismo nombre. De claras influencias AC/DC, es un placer escuchar a tíos tan jovenes interpretar con tanta rabia esa colección de grandes temas. Desde el trallazo de salida que supone "Under it all", pasando por la cachonda "Sex teen" hasta el explosivo final con "Doghouse", el disco está trufado de buenas canciones hard, llenas de esos guitarrazos que tanto nos gustan. El único "pero" sería la excesiva linealidad o simlilitud entre varios de sus temas. Pero bueno, a sus maestros australianos les suele pasar lo mismo y nadie se queja. Ah, y su imagen, muy mejorable.
"American Pearl" (2.000), único disco e homónimo disco de estos tatuadísimos californianos, se caracteriza por su interesante fusión de punk, hard-rock, rock alternativo y melodías altamente poperas. Realmente eclécticos, tan pronto pueden sonar a punk 90's (con mucha más fuerza que los nombres que teneis en mente, eso si) como a Buckcherry como a reivindicables bandas alternativas como Life. De hecho, en varios temas la voz de su líder Kevin Roetgen me recuerda mucho a la del tipo calvo que cantaba en el olvidadísimo combo "post-grunge"(?). Grandes temas como "Amphetamine girl", "California" y sobre todo "Automatic" hacen que la escucha del disco sea sumamente placentera.
Probablemente, si no llega a ser por el circunstancial éxito de Josh Todd y los suyos, ambas bandas nunca habrían salido de los clubs medio vacios. O quien sabe, quizá desde el underground, sin la presión de una puta multinacional, se hubisen labrado una interesante carrera. Bien valen una descarga, os lo aseguro.
He aquí "American Shame" de N.A.S y "Amphetamine girl" de American Pearl
Probablemente, si no llega a ser por el circunstancial éxito de Josh Todd y los suyos, ambas bandas nunca habrían salido de los clubs medio vacios. O quien sabe, quizá desde el underground, sin la presión de una puta multinacional, se hubisen labrado una interesante carrera. Bien valen una descarga, os lo aseguro.
He aquí "American Shame" de N.A.S y "Amphetamine girl" de American Pearl