Sorpresas te da la vida. Y el publico rockero barcelonés también. Mientras que, en todo un viernes noche, Ulysses no llegaron a media entrada, Jetbone lograron levantar del sofá a tanta gente como para rozar el sold out en Rocksound. Si tenemos en cuenta que "Magical Ride", su última entrega (data de 2015), por muy de puta madre que esté, pasó desapercibido, y que estos muchachos, al menos por ahora, no son nadie, lo de este sábado fue un pequeño y agradable milagro.
En cualquier caso, los suecos estuvieron a la altura de la expectación creada y encandilaron con un concierto maravilloso. Desde el minuto 1, pletóricos, con una fogosidad acorde a su edad -adolescencia recién superada- y una seguridad escénica y pericia instrumental más propia de unos veteranos en estas lides, la banda comandada por el bullicioso Alin Riabouchkin -guitarrista y vocalista- y el elegante Gustav Sjödin -bajista y también vocalista- se mostró totalmente on fire durante las casi dos horas de rock stoniano, sureño y soulero que, con tanto acierto, recoge el sonido del Sur creado, digamos, de 1969 a 1974.
Ignoran su buen debut homónimo -al que sólo acudieron cuando, obligados por la algarabía generalizada a realizar un segundo bis, interpretaron la molona "Dead City Fire"-, lo que es una pena, pero no hay problema en que basen el set-list en un discazo del calibre de "Magical Ride". Favoritas como "Mixed Emotions", "Working Hard For Your Money", "C'Mon" o "Everybody Needs Somebody To Love", convenientemente expandidas en versión en directo, sonaron celestiales y fueron muy bien complementadas por un par de nuevos temas y las covers de "Space Captain", "Feelin' Alright" (ambas popularizadas por Joe Cocker ... por si no quedaba claro, la etapa "Mad Dogs & Englishmen" es uno de sus referentes) y la purpeliana "Hush".
Mención para especial para el becario que llevan como teclista. Su aspecto es el de un nerd de 4º de la ESO, pero ese chaval lleva al Killer en las venas!