La rumorología apunta a que
Guns N' Roses compartiran cartel con
Motley Crue,
Journey y
Buckcherry en el próximo
Kobetasonik festival. El bilbaino es un festival incómodo como pocos (en uno de los primeros
post de este blog ya relaté las penurías pasadas en la anterior edición), pero con
Axl Rose por en medio, acabaré cayendo. Lo sé.
Sirva esta hipotética nueva visita de
GN'R, la que sería mi cuarta cita con el genio de
Lafayette, para rememorar mi primera
Guns N' Roses live experience.
Julio de 1.993 - Estadi Olimpic de BarcelonaMi vida giraba en torno a la banda de rock más grande del planeta. Estaban en todas partes: eran portada tanto de la
Heavy Rock como de la
Super Pop, las crónicas de su gira mundial eran habituales en las secciones de cultura de la prensa generalista, el catalán
Canal 33 y
Antena 3 televisaban sus conciertos, las camisetas negras con calaveras, pistolas y rosas inundaban los institutos ... eran los amos ... y yo practicamente su esclavo desde hacía una buena temporada. Con 14 años vivía en un universo llamado
GN'R, así que imaginaos mi ansiedad ante el anuncio de su show barcelonés. 4.500 pesetas de la época, una pequeña fortuna, ese era el precio de la felicidad. Sabiendo la ilusión que me hacía, mi padre no puso objeción alguna a pagarme la entrada. Bien, puso una condición: él también asistiría al show! Probablemente no conocía ni una canción de la banda, pero eso era lo de menos, quería tener a su retoño bajo control.
El leather y las cowboy boots eran historia para Axl
Di mi beneplacito. Como las clases ya habían terminado, yo estaría en las puertas del
Estadi Olímpic desde buena mañana. Mi padre llegaría al recinto 8 horas más tarde, así que
"ya nos veremos por allí" (recordad que hablamos de la era pre-movil, y que
allí nos congregamos 42.000 personas, jeje). En compañía de los gemelos
Aguilar (dos fanáticos
GN'R-head que meses después mutarían en rappers graffiteros y al cabo de un par de años en skin-heads makineros) y bien cargado de zumos, aguas y bocatas, nuestra pretensión era estar lo más cerca posible de
Axl Rose ... pretensión que compartíamos con centenares de fans, pues a mediodia el ambientazo en las puertas del estadio era colosal. La organización tenía pensada abrir las puertas a las 4 de la tarde, pero ante la presión del gentio, las primeras lipotimias y los conatos de sublevación popular, permitieron acceso un par de horas antes. Fue tal la estampida que los controladores sencillamente se apartaron, no osaron ni pedir entradas. En algún lugar aún conservo en perfecto estado mi ticket, sin el clásico desgarro del gorila de turno!
Gracias a una rápida carrera gradas abajo, conseguimos acceso a la zona delantera VIP, esa que te mantiene a salvo de avalanchas (
GN'R aún teníuan fresco el recuerdo de la desgracia de
Donington). A primera hora de la tarde era una gozada, hasta podías estirarte en el césped. Pero el tráfico de las pulseritas que regían su acceso (los jebis se las pasaban a través de las vallas) hizo que la sensación lata de sardinas aumentara con las horas.
Suicidal Tendences me parecieron divertidos. Su música era demasiado extrema para mi, pero su guitarrista parecía salido de un ring de pressing catch, y eso era cool. Por su parte,
Brian May se pasó de empalagoso y provocó muchos bostezos. Todo un coñazo. Años después viviría una sensación parecida en el mismo escenario, cuando
Pretenders telonearon a los
Stones. Absolutamente fuera de lugar!
Charlie don't surf
Y bien, sobre las 10 de la noche llegó el gran momento. El bajo de
Duff nos daba la bienvenida con las primeras notas de
"It's so Easy". Y a partir de ahí, dos horas de subjetiva histeria. No me lo podía creer, ahí estaba, a 5 metros de mi, el puto
Axl Rose! Fue un clásico show de la última gira de la era
Illusions:
Axl, ataviado con bermudas blancas y camiseta roja "Charlie don't surf", corriendo como un poseso durante todo el concierto ...
Slash en plan omnipresente, bestial, obsequiándonos con numerosos sólos (si, tocó
El Padrino), mientras que
Gilby no abandonaba el segundo plano ... y un repertorio excelso, lo mejorcito de
Appetite,
Lies y
UYI I&II. Desprovistos de coristas, sección de metales y vientos y demás artificios que les acompañaron en la primera manga de la gira, sonaron muy compactos. Todo un conciertazo, al menos eso me dice el cada vez más leve recuerdo del show. Eso si, nunca olvidaré el trompazo que se dió
Slash durante el solo de
"Double Talkin' Jive", finalizando el tema desde el suelo con la guitarra medio partida. Y por supuesto, el momento "sofá", cuando la banda realizó un set acústico (
"Patience",
"I used to love her",
"Dead Flowers" de
Stones...) sentados en cómodos tresillos mientras devoraban pizzas de
Domino's Pizza.
Classical Duff 1993
Grand finale con
"Paradise City", fuegos artificiales, milagroso encontronazo con mi padre a la salida (como si no ibamos a volver a casa), compra de un poster que aún decora mi habitación en casa de mis padres y fin de uno de los días más importantes de mi vida. Posteriormente adquirí una cinta VHS pirata del concierto. Mala calidad de imagen y sonido, pero con un valor sentimental incalculable. Y bien, años después vería a la
Axl Rose Band (con y sin
Buckethead) en un par de ocasiones, pero esa es otra historia!