En el foro del Azkena alguien calificaba al Calella Rock como el Serie Z catalán. Me pareció una definición bastante acertada. Por propuesta musical, modestia y complicidad con su público, se pueden establecer paralelismos entre el evento del norte del Maresme y el clásico -con sus dos legendarias primeras ediciones- festival jerezano. Rock clásico de primera, bebida y comida a precios económicos, ausencia de colas, recinto de dimensiones reducidas y posibilidad de contacto directo con los artistas. Y todo ello con el aliciente de un cambio de aires, rompiendo la monotonía de los 3 o 4 clubs barceloneses de siempre. Lo dicho, chapeau por los responsables del Calella Rock. Por muchas ediciones más.
Centrándonos en lo estrictamente musical, Dan Baird y sus Homemade Sin nos dieron lo de siempre ... que es lo que su público exactamente busca. Interpretaciones explosivas de los grandes clásicos de Georgia Satellites ("I Dunno", "Dan Takes Five", "Railroad Steel", "Keep Your Hands to Yourself", "All Over But the Cryin'"...), el inefable hit de Baird en solitario ("I Love You Period") y picoteo variado de los 3 álbumes de la formación, el adorable Warner E. Hodges sacando chispas de su guitarra y de sus cowboy boots con espuelas y Dan, con su irresistible savoir faire, comandando el show y sudando la camiseta. Como veis, todo en su sitio. Tanto, que, personalmente, estoy algo cercano a la saturación. Que no se me malinterprete, el show fue magnífico, pero creo que -ya que su propuesta no va a cambiar, no pediremos peras al olmo- deberían espaciar sus giras por la península. 2016 puede ser un buen año para dejar descansar a Homemade Sin y deleitarnos con nuevo disco+gira de The Bluefields.
A Junkyard no los veía desde 2009, así que 6 años son más que suficientes para desactivar la monotonía y generar una ganas enormes de ver al como texano-angelino. Más si semanas atrás lanzaban un single de retorno tan pontente como "Faded". Y bien, este concierto fue una de esas ocasiones en que todas las piezas encajan. Los himnos de "Junkyard" y "Sixes, Sevens & Nines" sonaron a gloria, Dave Roach, física y vocalmente, está impecable, 100% badass attitude, Tim Mosher y el orondo hell angel que traen reemplazando a Brian Baker estuvieron tremendos con las guitarras, como guinda, se formó un pequeño y entusiasta pogo en las primeras filas -abajo con esas vallas!- que ayudó a que mi comunión con la banda fuera perfecta. Memorable. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto. Y no, no iba borracho.