Suicida nudista en Oporto
Una semana no da para conocer a fondo la realidad de un país, pero he aquí algunos apuntes, muchos con poca base, sobre lo observado en mi primera incursión por tierras lusas (Lisboa +Oporto) :
1. Rock n' Roll
Más que rockear, Portugal metalea. En el FNAC de Lisboa separan el hard-rock y el metal más extremo en secciones diferentes . La selección de hard es pobrísima, apenas unos cuarenta discos, falta de todo, mientras que el apartado que engloba al thrash, gotic, death, brutal, etc es enorme! Además, de los pocos carteles anunciando shows que vi por las calles, la mayoría eran de festivales con bandas de esas que escriben su nombre con letra maléfica ilegible. Three inches of blood, ese era el único nombre que me era algo familiar. En fin, en la propia FNAC de Lisboa, a pesar del poco surtido, cuentan con ofertas interesantes, del estilo "compra 4, paga 3", por lo que aproveché para comprar "Harvest moon" de Neil Young, "Presence" de Led Zeppelin, "Down in the upside" de Soundgarden y "Nuthin' fancy" de Skynyrd. Fuera del pack, por su increible precio (3,95 €) me agencié "Libertad" de Velvet Revolver, disco que inexplicablemente no compré en su día. Y en un intento de penetrar en el espeso mundo del jazz (si, ya tengo "Kind of blue" de Miles), compré un vinilo de Chet Baker, "Chet Baker & Crew".
Quitando la multinacional francesa, es dificil comprar un disco en la capital lusa. Ofersan me había comentado que existen tiendas que "enseguida se ven". No encontré demasiadas, aunque confieso que estaba cansado y no me apetecía callejear a ciegas. Practicamente juntas, en las cercanías del Barrio Alto, me topé con "Louie Louie" (cara y tan moderna que no encontrareis un disco que contenga un solo de guitarra) y otra cuyo nombre no recuerdo, ubicada en una decadente galería comercial llena de anticuarios. Acumulan miles de vinilos en un espacio minúsculo y su estética es lamentable. Pobres, deben vender un polvoriento disco al mes y con su cara el dependiente te contagia la tristeza, y por respeto a su labor les compré "Live Bullet" de Bob Seger por 10 euros.
Si buscais ropa y complementos rockeros, localizé un par de salones de tatuaje que tienen tienda anexa. Una está en la zona de Chiado y el otro en pleno Barrio Alto. Son locales pequeñitos y sin nada que no podamos encontrar en España, pero en el segundo, a modo de recuerdo, me compré una bonita camisa country a cuadros.
En cuanto a Oporto, comprar un disco parece todavía más difícil. Salvo el inevitable FNAC (pasé de entrar), nada de nada. A los rockeros más fashion, les recomiendo que se den una vuelta por la sombría calle Bombarba. Cuenta con una serie de boutiques alternativas que merecen la pena. En una de ellas me compré una cubitera muy cachonda.
Urinol, gran invento a exportar 2. FoodPor supuesto, recomendar el pescado. Por cuatro duros comí unas buenísimas sardinas a la plancha (increible ese restaurante-comedor de casa de Alfama) y un notable bacalao con patatas, rey de la mesa portuguesa. Los vegetarianos lo llevan jodido, porque en los restaurantes sirven carne y pescado. Nada de ensaladas y pasta. Como mucho un bol con la sopa de vegetales del día! Me se de una que pidió una francesinha, clásico de Oporto, pensando que llevaría verde, y resulta que le sirvieron un bikini sepultado en un dedo de queso fundido y relleno de cuatro tipos de carne de cerdo: lomo, jamón york, salchicha e hígado! Carnívoros, entrad en una de las modestas churrasquerías. Por 2,5 euros, me comí medio frango (pollo) a la brasa con salsa picante que fue lo mejor del viaje. La repostería es buena y el campeón absoluto son los pasteles de nata, que en realidad son como de crema catalana calentita. En todas las pastelerías de Lisboa los encontrareis, pero los mejores (y más caros) los venden en el barrio de Belem, en una confitería antiquísima.
Mighty francesinha
3. WomenPoco que decir. Las portuguesas son del montón. No son tan callos como las irlandesas, pero en una semana no vi ni a una chica realmente guapa. Y yo que pensaba que todas eran como
Maria de Medeiros ... nada, suena a tópico, pero para mujeres, las españolas ... y las italianas y las nórdicas, claro! Eso si, los lusos en general son muy afables y cariñosos. Especialmente las mujeres maduras son un encanto y se desviven por ayudarte y aconsejarte. Y si llevas un bebé como
Nàiade en una mochilita delantera, ni te cuento. Te llevan en volandas.