Todavía no he escrito unas líneas acerca de "White Bear" de The Temperance Movement por el mismo motivo que no conoceis mi opinión de "Eat Me" de The Last Vegas, "Hollow Bones" de Rival Sons o "Acid Roulette" de Scorpion Child. Todas ellas son bandas de la casa y sus últimas entregas no paran de sonar en mi HI-FI, sólo que a mis días les faltan horas. Todo llegará. De mientras, Derek Phillips nos trae una crónica del reciente show de The Temperance Movement en NYC. No se en que está pensando su management, pero manda huevos que se prodiguen más al otro lado del charco -donde no parece que les vaya demasiado bien- que por los clubs europeos que tienen a media hora de Ryanair.
¡Algo está mal en Nueva York si sólo asistíamos un concierto de The
Temperance Movement unas 200 personas! Así lo comenté a mis amigos en
España justo acabar el concierto de la semana pasada. ¿Cómo puede ser
que un grupo tan bueno y con dos discos estupendos en el mercado no sea
capaz de atraer a más gente?
Esto sí, había gente para ver a los
teloneros, The Stone Foxes. Multi-instrumentalistas (cuando el batería
pasó a cantar, el bajista pasó a la batería y el guitarrista pasó al
bajo), su propuesta no me convenció, demasiado hípster para mí.
Por
desgracia después de la actuación de los teloneros hubo un notable
vacío en la sala. Personalmente, no me importaba, yo venía a ver a The
Temperance Movement y pude acercarme a segunda fila sin tener que
pelearme por sitio ni preocuparme de dejar caer mi cerveza (a ocho
dólares cada una es poca broma).
Venía a presentar su nuevo
disco, “White Bear”. Empezaron con “Battle Lines” y “3 Bulleits”
seguido por un tremendo “Midnight Black” para marcar el ritmo del
concierto.
La estrella de noche era sin duda el cantante, Phil
Campbell, un frontman con carisma que algunos han descrito como un
hibrido entre Bon Scot y Chris Robinson. No paraba de saltar y bailar
como una marioneta, hablar y animar a la gente, bajarse entre los
espectadores. El resto de la banda sonó bien, competente, pero algo
soso.
Repasaron durante una hora y media la mayoría de las
canciones de los dos discos que tienen en el mercado. Para mí lo mejor
eran las canciones más cañeras, “Modern Massacre”, “Take It Back” o
“Midnight Black”. Canciones sencillas pero con mucho gancho cantando
por un cantante que deja todo sobre el escenario.
Prolongan
fechas de su gira en USA y vuelven a NY en septiembre. Ojalá que vaya
más gente la próxima vez, yo no me los pienso perder
Derek Phillips