Los viernes, cine: "También la lluvia"

Genocidas, avariciosos, corruptos, traidores ... todo lo que querais y más, pero los conquistadores castellanos que surcaron los mares en los siglos XVI tenían un par de huevos. Serían las peores personas de la Tierra, pero me impresiona su valor para, primero, realizar un viaje de semanas en condiciones infrahumanas, con altísimas probabilidades de naufragio fatal, y luego para adentrarse en territorio hostil, donde les esperaba el hambre, enfermedades e indígenas no siempre amistosos. Cierto que los habitantes de esas tierras no estaban habituados a la malicia del hombre blanco y que la superioridad tecnológica era abrumadora, pero me impresiona "lo tanto" que llegaron a , llamemosle someter, "tan pocos".

Los perros homicidas, el arma secreta castellana

Los interesados en el tema deben leer el excelente a la par que desmitificador "Imperio: la forja de España como potencia mundial", del historiador británico Henry Kamen. En relación a los cojones de esos pioneros, Kamen relata como uno de los primeros gobernadores de Filipinas pidió permiso a Felipe II para invadir China. Con 250 hombres y unas cuantas monturas se veía capacitado para derrotar a su emperador!!! El monarca español, como cualquiera de vosotros, no lo vio claro y denegó su apoyo a tal empresa. De llevarse a cabo, hubiesen terminado como relleno para rollitos de primavera, pero 250 mercenarios de tercio castellano, convenientemente sedientos de riqueza y poder, hubiesen dado muchísima guerra, que nadie lo dude.


Bartolomé de las Casas y Antonio de Montesinos, frailes dominicos, formaron parte de las primeras expediciones al Nuevo Mundo, como tantos otros religiosos. En un principio participaron de buena gana en el reparto de beneficios ... hasta que la consciencia les dijo basta y dedicaron el resto de su vida a defender los derechos de los indígenas. En el año 2000 llega a Cochabamba, Bolivia, un equipo de rodaje, capitaneado por Costa -productor- y Sebastián -director- (interpretados por Luis Tosar y Gael García Bernal, respectivamente), con la intención de rodar una película sobre la vida de los citados misioneros. Este es el punto de partida de "También la lluvia". Sí, los indígenas que encontraron Colón (colosal Karra Elejalde), de las Casas y compañía en el Caribe no se parecen en nada a los quechúas andinos direis algunos ... a Costa se la suda: filmar en Bolivia sale tirado de precio, y coño, todo son indios.

Karra Elejalde en la piel de Colón

En ese contexto, una revolución estalla en la región: una multinacional ha llegado un trato con el gobierno boliviano para privatizar la distribución del agua, lo que se traducirá en una cuadriplicación de los precios. Los aldeanos, pobres de por si, se levantan en armas. pues hasta "también la lluvia" será propiedad de los capitalistas. El destino quiere propicia que el líder de la revuelta sea precisamente el tío que está haciendo de caudillo indígena en la película de conquistadores, así que los problemas están servidos. Evidentemente, parte de la gracia de "También la lluvia" está en los paralelismos entre la lucha entre indígenas-españoles del s.XVI y la lucha indígenas-multinacional en nuestro S.XXI. Notable alto para la cinta de Icíar Bollaín y un 10 para la escena de la crucifixión colectiva, impactante.